jueves, 30 de octubre de 2008

La memoria ¿Cómo funciona?

Existe nuestra vida diaria, multitud de situaciones donde debemos usar eficientemente nuestra memoria. Sin embargo, nuestras habilidades de memorización con frecuencia resultan bastante deficientes; incluso el proceso mismo es considerado frecuentemente como una actividad bastante incómoda.

Esta sensación de incomodidad no siempre se debe a que seamos incapaces de memorizar, sino mas bien es porque no estamos acostumbrados a hacer ejercicios mentales; es bien sabido por todos que usamos apenas una mínima porción de nuestro potencial mental.

Veamoslo así, las personas que hacen muy poco ejercicio físico y un buen día asisten a un gimnasio para practicar unas cuantas rutinas, experimentarán sensaciones dolorosas e incómodas en todo su cuerpo después del primer día, debido a su falta de tono muscular y condición física, estas sensaciones desaparecen una vez que el cuerpo ha tomado su ritmo.

Nuestro cerebro reacciona de modo similar cuando lo sometemos a cierta actividad mental, ( lectura, analisis, síntesis, memorización, razonamiento, etc.) El principio es realmente difícil y doloroso, sin embargo, si cada día damos a nuestro cerebro un poco de ejercicio, notaremos una significativa mejoría en el desempeño eficiente de nuestras capacidades mentales.

Una de las formas más sencillas para mantener "en forma" a nuestro cerebro es la memorización. Existen diversas técnicas para aprender a memorizar con eficiencia; unas ya obsoletas, otras clásicas y algunas bastante novedosas.

Es evidente que en todo proceso de estudio la memoria es uno de los elementos fundamentales. Es evidente también que debemos entender perfectamente cómo funciona la memoria. "La memoria funciona como un gran archivador. Ubicar la información en el lugar correspondiente implica agilizar el proceso de selección y recuperación del material".

Nuestra memoria es como un gran armario o archivador en el que es evidente que encontraremos mejor las cosas si las tenemos ordenadas de una forma lógica. También está demostrado que recordamos más y mejor aquello que comprendemos ¿De qué sirve memorizar una fórmula matemática si no sabemos cómo usarla?

La memoria y el proceso memorístico está formado por lo que podríamos denominar tres fases:

Registrar: En esta fase adquirimos el contacto con los elementos que posteriormente memorizaremos. Sería la primera lectura. Para tener más claros estos conceptos que leemos usamos el subrayado, los esquemas, los resúmenes o fichas. Pero es fundamental que lo que leamos y escribamos lo hagamos de una forma ordenada, lógica y comprendiendo lo que se lee. No estudies un tema de matemáticas que se fundamenta en uno anterior que no hayas leído, o no intentes estudiar, el por qué de la Revolución Mexicana si no has asimilado previamente lo que paso en los años anteriores

Retener: Cuanta más atención prestemos a lo que intentemos memorizar, más fácil nos será retenerlo. Esta es una premisa básica dentro del proceso de la memorización: La atención. Por esta razón el interés y la motivación ante lo que estamos leyendo y pretendemos memorizar es algo básico. Es fundamental la concentración: aislarnos de ruidos, olores, gente que pasa por la habitación, de la televisión e incluso en ciertas ocasiones de la música No es recomendable estudiar con música cuya letra conocemos, esto nos distraerá. Tampoco es bueno estudiar con la radio y por supuesto la televisión es nefasta. Si quieres estudiar con música hazlo con clásica o instrumental. Tampoco que sea Rock o Heavy, más bien Jazz, Blues, Regae, New Age, Folk, etc. Para retener las cosas, releer los textos sólo con lo subrayado, releer la fichas o anotaciones y, por supuesto, releer los temas.

Recordar: Esta es la fase más importante y la que a todos más nos interesa. El recordar aquello que hemos memorizado. Para ello, la manera de haberlo retenido (ordenado, con lógica, con notas, subrayados, esquemas) va a ser fundamental y también el interés que hayamos puesto en ello. A veces intentamos recordar algo que sabemos claramente que hemos estudiado, pero como no lo hicimos de la manera correcta y con la lógica necesaria no es imposible recordarlo.

Dentro del tema de la memoria, tenemos la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo (esta segunda es la que a profesores y estudiantes más nos interesa). En un principio cuando empezamos a estudiar, la información pasa a la memoria a corto plazo, pero lo que tenemos que intentar es "enviarla" a la memoria a largo plazo, que es la que perdura y la que necesitamos a la hora de los exámenes.

Para que la información pase a la memoria a largo plazo, son necesarias la repetición, la concentración, el orden y la lógica y sobre todo el interés por esos contenidos que queremos memorizar. Se recuerda mejor lo que previamente hemos escrito o que previamente hemos clasificado. Por eso insistimos tanto en lo del subrayado, los resúmenes, los esquemas, los mapas y los "acordeones".

Aprendamos a elaborar nuestras Guías de Estudio

Las Guías de Estudio son instrumentos que orientan el estudio para obtener mejores resultados en el aprendizaje. Por lo común se estructuran a partir de un conjunto de preguntas acerca del contenido que se intenta aprender.

Es el estudiante quién debe preparar sus guías de estudio para facilitar y comprobar su aprendizaje, lo cual permite organizar su estudio y también autoevaluar el grado de comprensión que ha alcanzado al estudiar.Las guías de estudio, entonces, cumplen varias funciones al elaborar las preguntas que la integran:
  1. Discriminar lo esencial del tema.
  2. Comprender lo que se lee.
  3. Reafirmar lo que se ha aprendido.
  4. Comparar, confrontar y relacionar los puntos importantes.
  5. Generalizar el aprendizaje al aplicarlo en diferentes formas y situaciones cuando formulas y respondes a tus propias preguntas.
Una vez que ya las tienes elaboradas puedes repasar en cualquier momento los temas que te interesan atendiendo sólo sus aspectos fundamentales, preparar mejor tus exámenes, ya que sirven de base para dirigir el estudio, autoevaluar cuántas veces lo desees a partir de las preguntas que se incluyeron.

Las preguntas que integran una guía de estudio deben estar formuladas de tal manera que su respuesta te permita reconocer o recordar la información, expresar un mismo contenido en diferentes formas, interpretar el significado de alguna información, comparar y relacionar eventos.

Los pasos para elaborar una guía de estudio son:
  1. Lee el tema o la unidad completa.
  2. Determina todas sus ideas clave.
  3. Elabora varias preguntas para cada idea clave.
  4. Lee nuevamente el tema a partir de la guía de estudio
Las preguntas que integras en una guía de estudio reflejarán la aplicación de lo que sabes y las interrogantes utilizadas son:
  • ¿Cómo?
  • ¿Por qué?
  • ¿Para qué?
  • ¿Qué va antes?
  • ¿Qué sigue?
  • ¿Cuánto?
  • ¿Cuándo?
  • ¿Con qué?
Elaborar guías de estudio supone para ti un esfuerzo adicional que requiere un análisis del material por aprender. Sin embargo, verás recompensado este esfuerzo al facilitarte la preparación de exámenes y mejorar tu aprovechamiento escolar.

Cómo tomar notas en clase

  • Ocúpate nada mas del tema que se está desarrollando en la clase. Lo demás tendrán su momento para ser atendidos.
  • Mientras el profesor expone: elabora tus notas de preferencia en forma gráfica (esquemas, mapas conceptuales, cuadros comparativos). Se breve y conciso, sintetiza, no tienes que anotar todo. Si puedes abreviar, hazlo.
  • Utiliza tus propias palabras para redactar tus apuntes en lugar de copiar textualmente las del profesor o expositor, a excepción de fórmulas, leyes, etc.
  • Asegúrate que anotaste exactamente fechas, nombres, fórmulas, lugares, etc. Mantén orden y secuencia en tus anotaciones.
  • Deja espacios en blanco para aclaraciones o para complementar posteriormente tus notas. Escribe claramente para que después no tengas problemas de comprensión de lo escrito.
  • Durante la clase utiliza siempre el sistema: escucha - piensa - escribe.
  • Al terminar la clase, dedica unos minutos para elaborar un resumen del tema que se desarrolló.

Escuchar con atención

Escuchar implica oir y comprender lo que se dice. Oir es sólo percibir las palabras sin darnos cuenta de lo que significan. Comprender es interpretar adecuadamente o darle significado correcto a lo que se oye.

Para comprender lo que se oye es indispensable atender lo que se dice. Atender es fijarse o interesarse en algo o en alguien. A veces resulta muy difícil mantenernos atentos.

Si identificas las causas que te provocan distracciones, es posible que se puedas hacer algo para evitarlas o controlarlas. Esos factores pueden ser personales o provenir del ambiente que nos rodea.



Son muchas las ventajas de escuchar con atención pues te permite:
  • Relacionar lo que escuchas con lo que sabes.
  • Cuestionar lo que se expresa.
  • Replantear lo que sabias acerca de lo que se escucha.
  • Identificar los aspectos que te resultan confusos y que ameritan más estudio.
  • Aprender de cada situación en la cual exista una comunicación oral.
  • Contribuye a tu aprendizaje.
  • Tener mejores intervenciones y mayor intervención en debate, diálogos, discusiones, asambleas y reuniones en general.
  • Elaborar tus notas, apuntes y trabajos académicos.
Vicios que obstaculizan el escuchar (lo que no deberíamos hacer):
  • Calificar por anticipado lo que se oye como algo poco interesante o como ya conocido.
  • Atender la apariencia del que habla en lugar de lo que expresa.
  • Tener ensoñaciones o recuerdos que no tienen relación con lo que se dice.
  • Fijarte en otras cosas del lugar en que estas; en vez de atender lo que se explica.
  • Dejarte llevar por los prejuicios hacia el que habla o acerca de lo que dice.

¡Atención! ESTO ES ALTAMENTE RECOMENDADO:
  • Permanece activo al escuchar (activar el pensamiento), relaciona lo que escuchas con lo que sabes y con tu experiencia.

  • Procuar estar cerca del que habla y atender sus gestos y postura.

  • De preferencia obtén antecedentes de lo que vas a oir. Esto te facilitará confrontar permanentemente lo que oyes con lo que dicen otros autores u otras personas al respecto

  • Trata de anticipar cuál puede ser el punto que sigue en la plática o exposición, trata de definir el propósito de lo que está diciendo.

  • Toma notas o apuntes y lánzale todas las preguntas que puedas para para aclarar tus dudas

  • Recibe la información en forma imparcial antes de formarte una opinión o juicio.
Para reflexionar:

Es muy importante para ejercitarse a escuchar,
acostumbrarse a pedir aclaraciones al otro,
a preguntarle detalles,
a invitarle a definir su tesis con mayor precisión.
Así, a la vez que se aprende a escuchar, se ayuda a pensar al otro.
Noel Clarasó